Villarreal 0-1 Celta

El Celta reverdece laureles "cargándose" al Villarreal 12/01/10

Villarreal: Diego López, Javi Venta (Ángel, min.73), Godín, Marcano, Capdevila, Senna, Bruno, Cazorla (Pires, min.46) Fuster (Rossi, min.56), Cani y Llorente.

Celta: Yoel, Vasco, Noguerol, Túñez, Botelho, López Garai Bustos, mihn.67), Jonathan Vila, Trashorras, Dani Abalo (Oriol, min.61), Mateo (Hugo Mallo, min.46) y Iago Aspas.

Goles: 0-1, min.91: Trashorras, de penalti

Árbitro: Fernández Borbalán, del comité andaluz. Amonestó a López Garai, Vasco, Iago Aspas, Túñez, Bustos, Noguerol, Llorente.

Campo: El Madrigal

El Celta ha dado la campanada eliminando a todo un Villarreal que jugó con todos sus cracks ante un Celta en el que llegaron a actuar hasta nueve canteranos. El resultado del global de la eliminatoria ha sido justo y el Celta ha merecido superar la eliminatoria, si bien es justo decir que las actuaciones arbitrales nos han favorecido en ambos partidos. Ya iba siendo hora. Como deciamos, el Villarreal salió con todo lo disponible, salvo Pires y Rossi, que entrarían en la segunda mitad. Valverde era consciente de que existen muchas posibilidades de que el Recreativo sea el rival en cuartos, y eso era un regalo demasiado apetecible como para rechazarlo, así que reservó el sabado a algún jugador para esta cita. Todo lo contrario que el Celta, cuya máxima atención está dedicada a la Liga y que hoy salió con muchos jugadores poco habituales como Yoel, Túñez, Jonathan Vila o el jugador del filial Mateo, así como con algún jugador que es habitualmente suplente. Eusebio sacó de inicio a Yoel en portería, Vasco, Noguerol, Túñez y Botelho en defensa, con Vila ejerciendo de Bustos al lado de López Garai, Trashorras como enganche, por las bandas el canterano Mateo por la izquierda y Dani Abalo por la derecha y Iago Aspas como delantero centro.

Fue el Celta quién dio primero, con una llegada muy buena de Iago Aspas que no pudo concretar al marrar el disparo. El Villarreal no se sentía cómodo, la defensa celtiña achicaba espacios y el equipo en bloque presionaba la salida de balón del Villarreal. El conjunto amarillo, que pasa por tener uno de los mejores medios del campo de Europa, era incapaz de hilbanar jugada alguna ante el acoso celtiña. Por contra, dejaba espacios a las espaldas que el Celta buscaba con ahínco, generando alguna ocasión peligrosa que no la falta de pegada del Celta impidió obtener éxito. Las llegadas del Celta se fueron continuando, sin acabar de generar peligro, si generaban inquietud a Diego López. A la media hora de juego, el Villarreal despertó. Adelantó sus lineas dispuestó a sentenciar un partido que se le estaba complicando mucho más de lo previsto. La máquina amarilla comenzó a funcionar y generó cuatro ocasiones de gol en cinco minutos, que sólo la acertada actuación de Yoel, impidió que se viesen reflejadas en el marcador.

El descanso era la mejor opción para el Celta. En la segunda mitad Eusebio introdujo cambios. Retiró del terreno de juego a Mateo, adelantó la posición de Botelho al interior y dio entrada a Hugo Mallo para actuar por banda izquierda. El cambio dio buenos resultados, Botelho ofrece más alternativos cuánto más cerca esté de la portería y es un interior disciplinado con capacidad de defender. El Villarreal seguía sin saber a qué jugar. El resultado le convenía, pero no le daba la tranquilidad y los de Valverde dudaban entre ir a por el partido y sentenciar la eliminatoria o esperar el lento paso de los minutos. Tal vez por miedo a las contras, el Villarreal buscó el gol, pero de forma muy ordenada, sin dejar demasiado huecos a su espalda. Iago Aspas tuvo la ocasión más clara del partido, cuando controló de forma sensancional un balón, se lo colocó para su pierna izquierda y remachó ante Diego López, que estuvo soberbio. Fue la ocasión más clara del Celta, que daba la sensación de no tendría la pegada suficiente. En la otra portería, Yoel hacía sombra a Diego López. El canterano salvó varios goles cantados que pudieron desnivelar la balanza hacia el lado castellonense. Los minutos pasaban y favorecían al conjunto de Castellón, que esta fisicamente más entero que los jugadores del Celta, cuya presión axfisiante comenzaba a pasar factura. En la segunda mitad Eusebio había introducido a Oriol en sustitución de Abalo, cayendo Aspas a la banda derecha, y a Bustos, que sustituyó a un cansadísimo López Garai, que había realizado un esfuerzo increíble y al que Eusebio quiso preservar para el sabado. Si Iago Aspas había tenido la mejor ocasión para el Celta, fue Robert Pires quién tuvo en sus botas la elimatoria, cruzó bien el balón ante Yoel, pero el meta celtiña estuvo impresionante sacando con el pie un blaón que olía a gol.



El Celta se echó definitivamente hacia arriba, pero sin poder hacer demasiado daño al Villarreal, que aparentemente controlaba la situación. Pero el fútbol se basa en los fallos, o en la ausencia de ellos para triunfar. Y el Villarreal, el equipo de mayor calidad, más experimentado, permitió una contra del Celta, que el velocísimo Botelho aprovechó para acercarse al área. Ángel, ex-jugador del Celta no pudo con el brasileño y se vió obligado a pararlo en falta, dentro el área según Fernández Borbalán. Penalti a favor del Celta con el tiempo reglamentario ya cumplido. Trashorras asumió la responsabilidad y no falló, a pesar de que Diego López llegó a tocar el balón. De ahí al final, con el corazón celeste en un puño, el Celta trató de defender su gol que le daba el pase a la siguiente ronda. No tuvo mucho trabajo, el Villarreal estaba tocado psicológicamente y ni tan siquiera llegó al área contrario. El árbitro señaló el camino a los vestuarios. El Celta está en cuartos de final. Cuando a principios de temporada preguntamos si conviene o no la Copa, siempre pesamos en estas cosas. ¿Conviene ahora la Copa? Claro que sí. Ultimamente en Vigo no estamos sobrados de momentos eufóricos y este es uno de ellos. Que nos quiten lo bailado. Y, permitidme que me anote un tanto, la pasada semana terminaba la crónica del partido de ida diciendo que era muy dificil pero no imposible y que el Celta no perdía en Copa y siempre marcaba.

Gracias Trashorras!