Celta 1 - 0 Cartagena

lunes, 15 de marzo de 2010

Albacete 0 - 2 Celta



El Celta encuentra oro en Albacete
14/03/10
Albacete: Cabrero, Pablo Gil, López Ramos, Bizera, Kike, Sales, Alberto, Sousa (Belencoso, min.71), Callejón (Pereira, min.52), Hidalgo (Merino, min.14) y Stuani.

Celta: Falcón, Vasco, Catalá, Noguerol, Roberto Lago, Jonathan Vila (Bustos, min.66), López Garai, Trashorras, Dani Abalo (Danilo, min.70), Iago Aspas (Michu, min.85) y Cellerino.

Goles: 0-1, min.54; 0-2, min.66: Trashorras.

Árbitro: Bernabé García, del comité murciano. Expulsó con doble amarilla a Alberto (min.52) y amonestó a Antonio Hidalgo, Roberto Lago, Jonathan Vila, Falcón.

Campo: Carlos Belmonte.




CRÓNICA

Los nervios, la ansiedad, la necesidad, anularon la primera mitad en Albacete, dominada por el Celta, pero sin ocasiones de gol. En la segunda, el cuadro local se quedó con diez y los vigueses resultaron demoledores. Iago Aspas y Trashorras, asistidos ambos por Dani Abalo, anotaron para lograr una victoria de valor incalculable. Los celestes superaron con entereza esta final y dejan al Alba a cuatro puntos.

Partido de alta tensión, de gran valor anímico, de enorme peso emocional. Un Albacete-Celta para poner a prueba la entereza, la templanza, y también la determinación, la decisión… Los nervios, inevitables, marcaron el inicio del encuentro, con los dos equipos preocupados en alejar el balón de su área sin una segunda intención.

Los celestes renunciaban a las triangulaciones en zonas próximas a su área y ante cualquier riesgo alzaban la mirada para buscar a Cellerino, para fabricar una segunda jugada o que el argentino aguantase hasta la llegada de los centrocampistas. Cuando había respiro, los célticos sí buscaban a Trashorras para combinar y fabricar llegadas con el estilo habitual. Iago Aspas y Dani Abalo comenzaban también a aparecer y a buscar al ariete desde las bandas.

Poco a poco, con 15 minutos de juego transcurridos, el Celta se iba imponiendo, alargando las posesiones, buscando con mayor pausa la fabricación de ocasiones. El Albacete iba paulatinamente encerrándose en su área, achicando, despejando balones sin contemplaciones.

Las llegadas del conjunto vigués iban multiplicándose, aunque todavía sin traducción en buenas opciones para los atacantes. El partido carecía por completo de ocasiones, pero el control de juego era de los célticos, que no encontraban con facilidad la forma de abrir la zaga rival. Atrás, Falcón seguía el choque sin sobresaltos. Era la parte positiva en un partido de enorme tensión.

Los nervios, la ansiedad, marcaban cada acción, en especial las del conjunto local, que no acertaba a combinar, a disfrutar de una salida clara de balón, a enlazar con sus puntas. El Celta acaparaba la posesión. No acababa de generar peligro, pero tampoco sufría absolutamente nada en defensa. Así se alcanzó el tramo final de la primera parte, con el partido controlado por los célticos, pero sin ocasiones de gol. El descanso llegó sin más novedad que un par de lanzamientos inocuos de los vigueses a balón parado.

Tras la reanudación, idénticas sensaciones: Nervios, casi angustia, y dominio celeste, que comenzó avisando a balón parado con un par de saques de esquina sin remate. A los siete minutos, Alberto vio su segunda tarjeta amarilla por una zancadilla a Trashorras. La primera fue por un claro derribo a Dani Abalo en la primera mitad.

El Celta reaccionó a su superioridad de manera demoledora. Dani Abalo dibujó un pase magistral sobre Iago, quien entró en el área, dribló y marcó. Gol importantísimo, sin tiempo a que el rival se adaptase a su situación. Dani probó inmediatamente después desde el borde del área sin fortuna.

Cellerino tuvo, a los 12 minutos, una clara ocasión, en el área pequeña, tras un buen centro de Iago Aspas, pero su remate salió por encima del larguero. Los vigueses buscaban la sentencia antes de que el Alba pudiese reaccionar, reordenarse, buscar un ‘plan b’ para neutralizar la ventaja céltica con un jugador menos.

El argentino remató, a los 14 minutos desde la frontal a la media vuelta, pero Cabrero atajó sin problemas. Los de Eusebio atacaban en oleadas. Querían sentenciar, asegurar una victoria de valor incalculable que podía escaparse en una acción aislada, estrategia, contragolpe, balón aéreo…

Falcón vio su quinta tarjeta amarilla porque el colegiado entendió que retrasó en exceso un saque de puerta a los 18 minutos de juego, por lo que no podrá jugar el próximo sábado en Balaídos ante el Cartagena.

El Celta buscó un mayor control del juego, pero siempre mirando la puerta rival. La encontró a los 21 minutos con una jugada espectacular de Dani Abalo y gran asistencia a Trashorras, quien la clavó de manera inapelable por la escuadra derecha.

Un gol que daba tranquilidad, que permitía un respiro, que suponía un gran alivio, pero que no frenó el ímpetu vigués. Los célticos buscaban un tercer tanto para sentenciar de manera definitiva. El Albacete, en una situación dramática, no bajó los brazos y, con juego directo, trató de recortar diferencias y aferrarse a un hilo de esperanza. Belencoso cabeceó muy cerca del palo izquierdo de Falcón en una jugada a balón parado, único recurso de los locales.

Los de Eusebio buscaban un final de partido tranquilo, los locales el milagro del empate. Y siempre la necesidad mordiendo la templanza, los nervios adheridos a las piernas de los jugadores. Danilo no acertó a los 34 minutos desde la frontal tras una buena dejada de Cellerino en un remate que pudo suponer el final virtual del choque. Era lo que los celestes ansiaban, que acabase, sin agobios, sin sustos, de manera placentera. Buscaron apurar los minutos finales en campo rival. Y lograron finalmente una victoria de un enorme valor, que aleja al Albacete a cuatro puntos, que supone un gran respiro, que aporta una voluminosa carga de tranquilidad.

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