Celta 1 - 0 Cartagena

sábado, 20 de marzo de 2010

Celta 1 - 0 Cartagena

Victoria que pudo ser goleada

Celta: Yoel, Vasco, Botelho, Noguerol, Catalá, Jonathan Vila (Bustos, min.63), López Garai, Trashorras, Dani Abalo (Danilo, min.73), Papadopoulos (Iago Aspas, min.55) y Cellerino.

Cartagena: Rubén, Cygan, Txiki, Clavero, Sánchez, Toche, Longás, Javier Angel (Tato, min.62), Moreno (Víctor, min.46), Etxeita y De Lucas.

Goles: 1-0, min .32: Trashorras

Árbitro: Gardeazabal Gómez, del comité vasco. Amonestó a Jonathan Vila, Bustos, Dani Abalo, Vasco, Iago Aspas, Clavero, Tato, Víctor, Cygan y Etxeita.

Campo: Estadio de Balaídos. 8.321 espectadores.




CRÓNICA

El Celta ha conseguido tres puntos importantísimos ante un rival muy dificil, que no olvidemos, actualmente ocupa puestos de ascenso. El Cartagena no es un equipo al uso de Segunda División, basa su fútbol en el toque de balón y sufre si no lo tiene. Algo que benefició al celta en el dia de hoy.

Eusebio aclará la única duda que había antes del partido. Parecía claro que Papadopoulos iba a jugar, pero la duda era quién sería el sacrificado. Finalmente fue Iago Aspas, jugando el griego escorado a la banda izquierda, con Cellerino en punta de ataque y Abalo en la banda derecha.

Deciamos que el Cartagena no es un equipo de los que habitualmente pasan por Balaídos. Tanto fue así, que consiguió variar el guión que marca todos los partidos del Celta, esto es, dominio en los primeros minutos del Celta en busca del primer gol. Al contrario, hoy fue el Cartagena quién buscaba adelantarse en el inicio del partido. Y lo hizo, con un gol de Toché en fuera de juego, muy justo, que el arbitro asistente vio muy bien.

Los primeros minutos fueron del Cartagena. Mariano Sánchez ejercía de tirano en el medio de campo y el balón era de los blanquinegros. Las llegadas más peligrosas las ponía el equipo visitante, teniendo su culmen en el minuto 21, cuando Toché ganó la espalda a la zaga celtiña y se plantó sólo ante Yoel. El portero canterano resolvió la acción como un veterano, al estilo de los porteros argentinos, se plantó ante el delantero rival y se hizo enorme. Toché no pudo superarlo.

Fue la única vez en todo el partido que el Cartagena le ganó la espalda a la zaga celtiña, que vivió durante todo el partido al filo de la navaja, llevando a extremos realmente arriesgados la táctica del fuera de juego. Eusebio bebe de muchas fuentes, y uno de los aspectos más positivos de este equipo es el defensivo, y en eso, seguro que no aprendió de Cruyff, sino de Sacchi.

Deciamos que los primeros minutos habían sido del Cartagena, que pudo adelantarse en el marcador, pero no lo hizo. El Celta se fue encontrando consigo mismo, y sobre todo, se reencontraba con Trashorras, que avisó a Rubén con dos lanzamientos, uno de ellos desde la frontal del área que buscaba la escuadra. También probó suerte en una falta, aunque su disparo era demasiado inocente.

El caso es que, poco a poco, el Celta se iba desperezando. Vila, y sobre Todo Garai, se hacían fuertes y el balón comenzaba a ser celeste. El peor escensario para el conjunto murciano. Eusebio adelantó las lineas y ordenó una presión axfisiante para ahogar la salida del balón del Cartagena. Tuvo premio. El Celta encerró al Cartagena en su campo, recuperando el balón en campo contrario. En una de estas, Vasco envió el balón para la carrera de Abalo por la banda derecha, el arousano, al primer toque colocó el balón raso en el área rival, y allí apareció Trashorras para marcar un golazo por la escuadra de Rubén. Imposible para el meta.

El gol recuerda mucho al conseguido la pasada semana con el protagonismo de los mismos jugadores. Abalo completa su tercera asistencia en dos partidos, y Trashorras vuelve a ser el termómetro del Celta. Si él funciona, el equipo funciona. Si él se deprime, el equipo llora.

El Cartagena intuía que el resultado parcial tal vez no era justo, y no quería irse al descanso por debajo en el marcador. Los últimos minutos de la primera parte fueron de dominio blanquinegro, si bien tampoco llegó a creer ninguna jugada de mucho peligro para la zaga celeste. Así se llegó al descanso.

Juan Ignacio Martínez quiso dar un golpe de timón tras el descanso. Retiró a un desapercibido Moreno y dio entrada al siempre inciso Victor. El veterano jugador cartagenero ha disputao muchas batallas en Balaidos, pero en su regreso no pudo desequilibrar la contienda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario